Category: Noticias Frenos

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En el mundo del automóvil y especialmente en el de la competición, siempre se ha dicho que, para ser el más rápido, hay que tener los mejores frenos. Y es una gran verdad. De nada sirve tener una gran potencia si luego resulta imposible detener el coche con precisión.

Los sistemas de frenos representan un mundo en si mismo, puesto que nada tienen que ver los sistemas de frenado para vehículos de calle, en comparación con los de un coche deportivo o un coche de carreras. Las solicitudes, si bien se resumen un una sola -frenar el coche en el menor espacio posible-, son muy distintas. Asimismo, los elementos y materiales también son muy distintos según el uso al que sea destinado un equipo de frenos.

El funcionamiento de los frenos de coche

Mediante la fricción de las pastillas con el disco, se transforma la energía cinética en calor, lo que permite detener el coche. A más fricción, más calor generado y mayor eficacia de frenada, hasta un límite. Este límite lo pone el propio material de fricción (pastillas y discos), así que cuanto mayor sea la capacidad de generar (y evacuar) calor por éstos, mejor frenada resultante se obtendrá. Si se sobrepasa este límite ocurren dos efectos: el fadding (hierve el líquido de frenos) y la cristalización (se pierde la capacidad de fricción), y como resultado el automóvil se queda sin frenos.

Además de estos dos efectos no deseados, los discos también sufren dilataciones y contracciones muy elevadas debido al estrés térmico al que son sometidos, pudiendo llegar a alabearse o romperse por fatiga estructural del material.

Y por último, además de generar mucho calor, deben tener la capacidad de mantenerse constantes si hablamos de altas prestaciones (por ejemplo, en circuito o en rallyes) donde las frenadas son muy fuertes y muy continuas, dando poco tiempo de refrigeración al sistema.

Los sistemas de frenos de un coche de calle

Lo más tradicional en los coches de calle son equipos de freno con pinzas de un solo bombín, combinadas con discos de freno de acero en las cuatro ruedas (ventilados delante, macizos detrás) y pastillas de compuesto mixto.

Aunque cuando las prestaciones se elevan, resulta necesaria una gran mejora en todos los aspectos.

Los sistemas de frenos en los coches deportivos

Uno de los principales pasos adelante que se ha dado en cuanto a sistemas de frenos son los discos de freno carbocerámicos, que combinan las mejores características de los compuestos cerámicos y el carbono.

En base a los conceptos de frenado explicados anteriormente, es fácil entender el porqué es tan importante generar el máximo de calor posible y a la vez ser capaz de mantener constantes las prestaciones de frenado sin perder rendimiento. Es aquí donde entran en juego los compuestos carbocerámicos.

Introducidos en competición desde finales de los años 80, estos frenos han supuesto una revolución en la manera de entender los sistemas de altas prestaciones.

Pros y contras de los frenos carbocerámicos

Derivados de la aviación, los frenos carbocerámicos poseen un proceso de fabricación que dura unos 20 días. Actualmente se emplean matrices de carburo de silicio, uno de los materiales más ligeros, duros e insensibles al calor que existen. Debido a esto, los discos de freno fabricados con este material son prácticamente insensibles a la temperatura, trabajando perfectamente a temperaturas superiores a los 1000 grados centígrados, y sufren bajísimas deformaciones y dilataciones. Además, duran aproximadamente más de 5 veces que unos discos tradicionales.

Estos discos de freno son interesantes en aplicaciones extremas, pero carecen de utilidad práctica en situaciones convencionales. Así, a pesar de que se reduzca su precio, seguirán sin tener mucha utilidad en coches donde las frenadas no sean tremendamente exigentes. Con los frenos fríos, unos frenos carbocerámicos pensados y diseñados para trabajar a altas temperaturas no presentan ventajas significativas, incluso pueden presentar algún metro de desventaja en distancia de frenado frente a unos convencionales.

Además, su aplicación será complicada en los coches híbridos y eléctricos, que marcan el futuro de la automoción, porque el motor eléctrico es capaz de retener al vehículo y funcionar como generador recuperando energía, liberando a los frenos de parte del trabajo.

Articulo fuente
http://www.recambiooriginal.com/blog/recambios-originales/mecanica/los-ultimos-avances-sistemas-frenos/

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22/11/2014

Un fallo en los frenos se detecta fácilmente con un poco de práctica. Normalmente, los frenos pueden fallar debido al desgaste normal de las diferentes piezas, como las pastillas de freno, los discos, problemas de deterioro del líquido de frenos, y multitud de otras pequeñas causas. Es muy raro, y por raro entendemos infrecuente, que de repente nos quedemos sin el 100% de la capacidad de frenado, sin previo aviso.

Lo que ocurre es que si el fallo es repentino y total, poco podremos hacer para evitar algún tipo de colisión. Sobre este caso podemos hablar en otra ocasión, sobre cómo lidiar con un fallo total de los frenos en plena ruta. De todos modos, el fallo en el sistema de frenado se detecta normalmente gracias a síntomas muy claros que nos deben poner sobre alerta.

¿Dónde está fallando el sistema de frenos?

Cada síntoma que percibamos nos dirá, aproximadamente en algunos casos, de forma más precisa en otros, qué parte del sistema de frenos puede estar fallando. Incluso puede ser que algo que asociemos directamente a un posible problema de frenos nos indique que otro elemento está fallando, por ejemplo la suspensión, o el alineado de las ruedas. Veamos:

Los discos pueden estar fallando o ser defectuosos si:

  • el pedal está demasiado duro o nos ofrece excesiva resistencia;
  • el pedal vibra al pisarlo (esto también puede ser síntoma de ruedas mal alineadas, mal equilibradas u otros problemas más generales);
  • perdemos eficacia de frenado en caliente porque estemos exigiendo demasiado al disco, o al sistema de frenado;
  • el vehículo no se mantiene estable en frenada;
  • escuchamos un chirrido al frenar, que puede estar causado por defecto en el disco, o por alguna chinita que se haya acomodado en su superficie.

Las pastillas de frenos también nos ofrecen síntomas de su situación defectuosa, o agotada, y algunos de ellos son compartidos con los síntomas de mal estado de los discos, y también del líquido de frenos, como veremos más adelante.

Debemos tener cuidado con las pastillas si:

  • el pedal tiene excesivo recorrido. Esto lo podemos comprobar sin más que verificar visualmente el grosor de las pastillas (en el taller);
  • el coche vira a un lado al frenar, porque puede deberse a que las pastillas están sucias, manchadas de grasa o líquido de frenos, o bien si están cristalizadas. En caso de tener que cambiarlas, se cambian las pastillas del eje completo;
  • las pastillas son de mala calidad y pierden eficacia de frenado en caliente o sufren de fading (algo habitual si abusamos del freno en largas pendientes descendentes);
  • de nuevo, si escuchamos un chirrido al frenar podemos tener un problema de pastillas.

El líquido de frenos, y más bien su estado, es una preocupación que, además, coincide con ser uno de los principales defectos de los vehículos en España (según el estudio publicado recientemente por la FUNDACIÓN MAPFRE). Es normal que no nos acordemos de este preciado líquido, ya que también es normal que en las revisiones oficiales se tenga en cuenta su duración. No obstante, debemos verificar su correcto nivel, al igual que lo hacemos con el del aceite del motor.

Todos estos síntomas pueden significar que los frenos no funcionan correctamente. Si detectamos alguna anomalía en la frenada (y las más comunes son pérdida de eficacia, un tacto del pedal que no es el habitual, o vibraciones al pisar el mismo), lo primero que debemos hacer es verificar el estado del sistema en un taller especializado. Con los frenos no se juega.

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Los líquidos de frenos son auténticos desconocidos para muchos de los conductores. Sin embargo, conducir con este líquido en un estado deficiente puede provocar problemas en nuestro vehículo y lo que es peor aún, comprometer nuestra seguridad al volante. Por eso, en Volkswagen Pamplona queremos que conozcas qué es exactamente el líquido de frenos y cuándo debes traer tu coche al taller para que lo revisemos y se lo cambiemos.

Cambiar líquidos de frenos al coche

En Volkswagen Pamplona contamos con 8000mde taller mecánico, de carrocería y servicio rápido, además de exposición de vehículos nuevos y de ocasión. Disponemos del mejor equipo de profesionales que te asesorarán en todo momento, tanto en tu vehículo de ocasión como en el posterior mantenimiento y revisión de tu coche.

Aquí nos encargaremos de cambiar el líquido de frenos para que no tengas ningún tipo de problema al volante. El líquido de frenos es el que se encarga de que la transmisión desde el pedal de freno hasta los cilindros de las ruedas sea óptima. Si este líquido no hace bien su función y su temperatura sube o baja demasiado puede dañar el freno, por lo que hay que cambiarlo antes de que el desgaste del mismo llegue a ese punto.

¿Por qué hay que cambiar el líquido de frenos?

El líquido de frenos se recomienda remplazar cada 2 años y a mucho tardar cada 4 años debido al aumento del porcentaje de agua en éste a medida que va pasando el tiempo. El agua contribuye a la corrosión de los conductos del líquido y puede agravar el desgaste de los bombines de freno. Si quieres mantener los frenos de tu vehículo en buen estado tienes que seguir algunas instrucciones muy fáciles.

Lo primero que debes hacer es realizar una revisión de las pastillas de freno cada 20.000 km y comprobar que los avisadores de desgaste no tienen el cable roto. A la hora de conducir, realizar una conducción eficiente sin frenadas bruscas y sin abusar de los frenos. De manera visual, ver si tenemos alguna pérdida de líquido por alguna rueda. Hacer esta comprobación nos advierte de varias cosas: si las pastillas tienen desgaste, si tenemos alguna pérdida del mismo o si el nivel es correcto.

 

 

¿Cuánto tiempo dura el líquido de frenos?

El nivel del líquido de frenos desciende a causa del desgaste de las pastillas, lo que provoca espacio en el conducto de frenos, produciendo una bajada de nivel en el líquido. Se recomienda revisar el líquido cada vez que el coche pase por una revisión de mantenimiento, aunque normalmente se debe cambiar entre los 2 y 4 años o los 20.000 km, dependiendo de las pautas ofrecidas por el fabricante.

Cambiar líquido de frenos precio

Cambiar el líquido de frenos dejará de ser un problema para ti si traes tu coche a nuestro taller oficial en Volkswagen Pamplona. Disponemos de las mejores ofertas y promociones para que puedas mantener tu coche siempre a punto. Ahorrarás en el mantenimiento de tu Volkswagen gracias a nuestras promociones exclusivas de mantenimiento que encontrarás en nuestra web. Si necesitas acudir a nuestro taller para la revisión de tu coche, te lo ponemos muy fácil. Solo tendrás que concertar una cita previa a través de nuestra web a la medida de tus necesidades y tiempo disponibles.

Ya no tendrás que volver a soportar esperas innecesarias. Sólo tendrás que rellenar un formulario y nuestro Asesor de Servicio se pondrá en contacto contigo lo antes posible.

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Por este motivo, es necesario equiparse de un sistema perfectamente seguro u eficaz.

Presta atención especial a la calidad de los diferentes elementos que participan en este sistema y si resulta necesario cambiar un elemento de frenado, te recomendamos que utilices la gama de Recambios Originales Peugeot, los cuales se sometieron a pruebas rigurosas antes de ser reconocidas por Peugeot; estos recambios ofrecen garantía de un año.

Los discos, las pastillas o los tambores se desgastan con los kilómetros recorridos y con el tiempo. Es indispensable verificarlos regularmente para que el frenado sea siempre seguro y eficaz.

El frenado es un asunto de profesionales. Los técnicos Peugeot conocen perfectamente el sistema de frenado de tu Peugeot. ¡Acude a ellos!


¿Sabes como identificar los fallos del circuito de frenado de tu Peugeot?
El indicador luminoso del freno se enciende
Es posible que el freno de mano esté activado; el nivel de líquido está demasiado bajo o las pastillas demasiado gastadas. Los frenos pueden estar muy cerca del fallo total…

Se calienta
Puede ser posible debido a que los frenos estén apretados, se calientan y tu Peugeot puede quedarse sin frenos rápidamente.

Al frenar, tu auto se devía a un lado
Es posible que se haya agrietado un cilindro o simplemente, que se haya desinflado un neumático.


Vibra
Al frenar, no sólo vibra el pedal de freno, sino también el volante y a veces todo el vehículo. Se trata probablemente de discos de freno defectuosos, una pieza floja o una holgura excesiva en el tren delantero o trasero.

¿Sabías que?
El material de las plaquetas de frenado es más blando que los discos y, por tanto, se desgasta con mayor rapidez.
• Por este motivo, las plaquetas deben controlarse con regularidad y cambiarse cuando el espesor del material de fricción se reduzca a 2mm.
• Si sus plaquetas están defectuosas estas pueden deteriorar el disco de freno. Pero, sobre todo, puede perder el control del vehículo si tiene que frenar bruscamente.

¿Sabías que?
El disco de freno es muy importante ya que debe responder a exigencias técnicas muy elevadas
• El disco de freno es un órgano muy sensible. Se recomienda rectificarlos cada vez que se cambien las plaquetas. Así mismo, si tienen ralladuras profundas, están pandeados, cuarteados u oxidados, hay que cambiarlos inmediatamente.
• Es importante saber que cuando realicemos el cambio de discos de freno, lo realicemos para ambos lados del eje junto con las plaquetas para evitar un frenado disimétrico.