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Muchas veces criticado, esta vez el sistema demostró toda su efectividad.

 

Cada vez que un siniestro pone en tela de juicio el papel del Autopilot, como se llama el sistema de piloto automático que equipan los autos Tesla, en la marca lo defienden. Su argumento es que, contrariamente a las críticas, su tecnología evita choques. Al menos esta vez, tuvieron razón.

Un conductor compartió en YouTube cómo su Model 3 en modo Autopilot, es decir, sin que él estuviera al mando del volante y los pedales, reaccionó de manera rápida, precisa y segura ante un auto que se le vino encima en plena autopista en Estados Unidos.

“Estaba en piloto automático cuando la señora a mi lado de repente decidió entrar en mi carril. Por suerte, el piloto automático se desvió y evitó una colisión aterradora”, escribió Amit Patel.

Entre los comentarios que la gente dejó en las redes, se destacó el debate sobre si un humano podría haber reaccionado tan rápido (y bien) en caso de haber estado al volante. Lógicamente, no hay una respuesta definitiva.

Cabe aclarar que si bien el Autopilot puede controlar por completo al auto, Tesla dice que es obligatorio que la persona esté sentada detrás del volante y atenta. En caso de emergencia, el sistema emite una alarma para que el humano retome el control.

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Las tres tecnologías están a la venta en Argentina. Los pros y contras de cada una. Modelos disponibles y precios.

 

Tras los beneficios impositivos establecidos para la llegada de vehículos ecológicos al país, la oferta de este tipo de autos se amplió y con ella algunas dudas habituales. Si hay que enchufarlos o no, si tienen motor a combustión o solo eléctrico, si en caso de combinar dos propulsores el conductor tiene que hacer algo especial, entre muchas otras.

En esta nota, una breve guía para entender cómo funcionan las tecnologías ecológicas disponibles en el país. En Argentina ya hay representantes de vehículos híbridoshíbridos enchufables y eléctricos. Además, te contamos qué modelos las ofrecen, cuánto cuestan y cuáles son las ventajas y desventajas de cada una.

Híbridos

¿Qué es un híbrido? Un vehículo que combina dos motores: uno tradicional a combustión interna y otro eléctrico. El primero usa combustible líquido (nafta en este caso), mientras que el segundo utiliza energía almacenada en un paquete de baterías.

¿Cómo funciona? Al arrancar y en momentos de poca exigencia, actúa el eléctrico, que no gasta combustible ni emite gases contaminantes. Luego entra en acción el motor convencional y funcionan juntos o individualmente.

¿Qué tiene que hacer el conductor? Nada. No hay que enchufarlo. El sistema determina solo en qué momento entra en acción cada motor y se ocupa de la recarga.

Las baterías –que alimentan al motor eléctrico– se cargan usando energía del motor térmico y en las fases de desaceleración, cuando el eléctrico invierte su funcionamiento y transforma la energía del movimiento –cinética– en eléctrica.

El Prius tiene un motor naftero 1.8 de ciclo Atkinson -un principio de funcionamiento que minimiza el consumo- que junto a un eléctrico rinden 122 CV. La caja es automática de tipo CVT (variador continuo) y la tracción delantera.

Ventajas de los híbridos: no dependen de una red de cargadores eléctricos (no hay que enchufarlo), el gasto de combustible es muy bajo y emiten menos emisiones contaminantes que un naftero tradicional.

Contras de los híbridos: la autonomía en modo 100% eléctrico (se activa desde una tecla) es muy limitada, de apenas dos kilómetros.

Híbridos enchufables (Plug-In)

¿Qué es? Al igual que los híbridos no enchufables combinan dos motores, uno a combustión y otro eléctrico. Por sus siglas en inglés se los conoce como PHEV PHV (Plug-in Hybrid Electric Vehicle o Plug-in Hybrid Vehicle).

¿Cómo funcionan? Del mismo modo que los híbridos “a secas” (ambos motores se alternan según las condiciones de marcha), pero con el plus de un modo exclusivamente eléctrico de mayor autonomía (unos 30 km).

¿Qué debe hacer el conductor? Aquí sí puede -no es obligatorio- conectar el auto a un cargador, ya sea el rápido de estación de servicio, el adaptado a su cochera (Wall Box) o uno doméstico. Así carga “a tope” las baterías que alimentan al motor eléctrico.

Importante: si no lo enchufa, el auto funcionará como un híbrido no enchufable, es decir, irá recargando las baterías con energía del motor naftero (eso consumirá combustible) y en las fases de frenado. La contra es que tendrá menos autonomía en modo 100% eléctrico (se activa desde una tecla).

El Mercedes GLC 350e combina un motor naftero 2.0 y otro eléctrico que juntos rinden 320 CV. La caja es automática de siete marchas y la tracción a las cuatro ruedas.

Ventajas: para andar en la ciudad hasta unos 30 km se lo puede usar como un 100% eléctrico, sin gastar combustible. Y al igual que el híbrido no enchufable, tampoco depende de la existencia de una red de estaciones de carga para poder utilizarlo. Además, en el caso del GLC, por los beneficios fiscales cuesta U$S 5500 menos que su par naftero (de 241 CV).

Contras: la autonomía del modo exclusivamente eléctrico sigue siendo limitada. Como los “full electric” necesitan de puntos de recarga.

Eléctricos

¿Qué es un auto eléctrico? Uno que solo tiene motor eléctrico. No hay mecánica a combustión (ni caño de escape, ni válvulas, ni cilindros, etc.)

¿Cómo funciona? Permanentemente sin emitir sonido ni gases contaminantes.

¿Qué tiene que hacer el conductor? Cargarlo. La autonomía real ronda los 200 kilómetros. Luego tiene que enchufarlo en un cargador rápido de estación de servicio, en uno especial que instala en su cochera (Wall Box) o en la red doméstica. El auto en sí se maneja como un vehículo convencional.

El Nissan Leaf tiene un motor eléctrico que rinde 147 CV, mientras que la Renault Kangoo Z.E.posee uno de 60 CV. En ambos la caja es automática y la tracción delantera.

Ventajas: cero gasto de combustible líquido y cero emisiones contaminantes. Muy buena reacción por la permanente disponibilidad del torque máximo. Al no hacer ruido aumenta el confort de marcha.

Contras: depende de la infraestructura de una red de cargadores. La autonomía es aproximadamente la mitad que en un naftero tradicional. Su precio todavía es elevado.

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Si acabas de estrenar un auto es mejor que leas con atención las siguientes recomendaciones

¿Alguna vez te has preguntado de dónde sale ese peculiar olor que tiene un auto nuevo? Pues de materiales empleados en su fabricación, como el plástico, el caucho o los adhesivos, que luego de una excesiva exposición pueden poner en peligro la salud de los pasajeros.

[¿Auto mecánico o automático? Conoce las ventajas y desventajas]

Compuestos orgánicos volátiles (COV o VOC en inglés) como el benceno, son una de las sustancias más comunes y dañinas que se alojan en el interior del vehículo. Como estos tienen la propiedad de volatilidad, se evaporan rápidamente y son inhalados con facilidad por los tripulantes.

Centro de Ecología de Míchigan, EE.UU, ha monitoreado y medido los niveles químicos en el interior de los vehículos por años.

“Hay más de 200 compuestos químicos en los vehículos. Pero como estos químicos no están regulados, los consumidores no tienen manera de conocer los peligros a los que se enfrentan”, afirma Jeff Gearhart, director de investigación del Centro de Ecología de Míchigan.

Otro factor preocupante, es el tiempo que pasa una persona dentro de su auto que, por lo general, es “de media a más de una hora al día”, según explicó el investigador.

¿Cuáles son las consecuencias?

Hay efectos a corto y largo plazos. Ante una exposición excesiva, al principio podrías sentir dolor de cabeza, náuseas, irritación de garganta, mareos, reacciones alérgicas, dolores estomacales, fatiga, manchas en la piel, entre otros malestares.

Mientras que a largo plazo, puedes presentar daños al hígado, problemas en los riñones, afecciones en los intestinos o el sistema nervioso central.

¿Cómo protegerse?

Los primeros seis meses son los más críticos, ya que esta liberación de gases está en su punto más alto y el olor es más potente. Por ello, debe tener en cuenta las recomendaciones de los expertos para ayudar a que los componentes no supongan un daño para tu salud:

  • Mantener ventilado el interior del auto nuevo
  • Buscar una sombra para estacionar y, de ser posible, no mantenerse en el interior del auto mientras está estacionado
  • Utilizar un parasol en el parabrisas cuando está estacionado
  • Limpiar frecuentemente el interior del coche con una toalla de microfibra
  • No encender el aire acondicionado ni bien se ingresa al auto nuevo, ya que es probable existan entre 400 a 800 miligramos de benceno en el habitáculo. Lo recomendable es bajar todas las ventanas del vehículo de dos a cinco minutos

Marcas como Fiat, Chrysler, Ford, General Motors y Honda aseguraron que vienen reduciendo el uso de químicos tóxicos en sus modelos gracias al empleo de otro tipo de materiales.

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22/11/2014

Un fallo en los frenos se detecta fácilmente con un poco de práctica. Normalmente, los frenos pueden fallar debido al desgaste normal de las diferentes piezas, como las pastillas de freno, los discos, problemas de deterioro del líquido de frenos, y multitud de otras pequeñas causas. Es muy raro, y por raro entendemos infrecuente, que de repente nos quedemos sin el 100% de la capacidad de frenado, sin previo aviso.

Lo que ocurre es que si el fallo es repentino y total, poco podremos hacer para evitar algún tipo de colisión. Sobre este caso podemos hablar en otra ocasión, sobre cómo lidiar con un fallo total de los frenos en plena ruta. De todos modos, el fallo en el sistema de frenado se detecta normalmente gracias a síntomas muy claros que nos deben poner sobre alerta.

¿Dónde está fallando el sistema de frenos?

Cada síntoma que percibamos nos dirá, aproximadamente en algunos casos, de forma más precisa en otros, qué parte del sistema de frenos puede estar fallando. Incluso puede ser que algo que asociemos directamente a un posible problema de frenos nos indique que otro elemento está fallando, por ejemplo la suspensión, o el alineado de las ruedas. Veamos:

Los discos pueden estar fallando o ser defectuosos si:

  • el pedal está demasiado duro o nos ofrece excesiva resistencia;
  • el pedal vibra al pisarlo (esto también puede ser síntoma de ruedas mal alineadas, mal equilibradas u otros problemas más generales);
  • perdemos eficacia de frenado en caliente porque estemos exigiendo demasiado al disco, o al sistema de frenado;
  • el vehículo no se mantiene estable en frenada;
  • escuchamos un chirrido al frenar, que puede estar causado por defecto en el disco, o por alguna chinita que se haya acomodado en su superficie.

Las pastillas de frenos también nos ofrecen síntomas de su situación defectuosa, o agotada, y algunos de ellos son compartidos con los síntomas de mal estado de los discos, y también del líquido de frenos, como veremos más adelante.

Debemos tener cuidado con las pastillas si:

  • el pedal tiene excesivo recorrido. Esto lo podemos comprobar sin más que verificar visualmente el grosor de las pastillas (en el taller);
  • el coche vira a un lado al frenar, porque puede deberse a que las pastillas están sucias, manchadas de grasa o líquido de frenos, o bien si están cristalizadas. En caso de tener que cambiarlas, se cambian las pastillas del eje completo;
  • las pastillas son de mala calidad y pierden eficacia de frenado en caliente o sufren de fading (algo habitual si abusamos del freno en largas pendientes descendentes);
  • de nuevo, si escuchamos un chirrido al frenar podemos tener un problema de pastillas.

El líquido de frenos, y más bien su estado, es una preocupación que, además, coincide con ser uno de los principales defectos de los vehículos en España (según el estudio publicado recientemente por la FUNDACIÓN MAPFRE). Es normal que no nos acordemos de este preciado líquido, ya que también es normal que en las revisiones oficiales se tenga en cuenta su duración. No obstante, debemos verificar su correcto nivel, al igual que lo hacemos con el del aceite del motor.

Todos estos síntomas pueden significar que los frenos no funcionan correctamente. Si detectamos alguna anomalía en la frenada (y las más comunes son pérdida de eficacia, un tacto del pedal que no es el habitual, o vibraciones al pisar el mismo), lo primero que debemos hacer es verificar el estado del sistema en un taller especializado. Con los frenos no se juega.