Day: April 23, 2019

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El sistema de control electrónico es el encargado de gestionar todas las funciones eléctricas del automóvil y al igual que el módulo de control del motor, también suele ser conocido como centralita. No obstante, este sistema de gestión recibe un nombre distinto cuyas siglas son UCE (Unidad de Control Eléctrico).

Así pues, la UCE recoge la información de los sensores electrónicos que están instalados en el automóvil para determinar el tipo funcionamiento que deberá aplicarse a otros elementos mediante la conexión o la desconexión de los actuadores. De esta manera, se ponen en marcha cada una de las piezas que requieren de corriente eléctrica para cumplir su cometido.

 

Puesto que se trata de componentes microelectrónicos, el número de averías posibles dependerá de la cantidad de elementos adicionales (sensores y actuadores) de los que disponga el sistema, además de la propia UCE. Para identificar el origen de una avería en el sistema electrónico de un coche será imprescindible contar con un equipo de diagnosis, que conecte directamente con la unidad.

¿Qué tipos de averías pueden aparecer en sistema de control electrónico?

Tal y como apuntábamos anteriormente en el artículo, las averías dependerán del número de componentes del que disponga el sistema. Sin embargo, podremos dividirlas en tres tipos distintos: las que proceden de la Unidad de Control Electrónico (UCE), las relacionadas con los sensores y por último las que tienen su origen en un fallo producido en alguno de los actuadores.

Averías o fallos de la Unidad de Control Electrónico (UCE):

Una avería en este elemento del sistema hará que la puesta en marcha del automóvil sea imposible y probablemente se deba a que se ha desprogramado la unidad, aunque esta causa puede podrá estar determinada por diversos motivos como un exceso de tensión en el sistema o por la pérdida de información interna.

Por lo general, se recomienda sustituir la unidad completa por una nueva o por una reprogramada de segunda mano que se encuentre en óptimo estado. No obstante, se trata de una pieza relativamente cara y que dependiendo del tipo de vehículo o del modelo puede partir de los 600 euros en adelante. Además, si no está reprogramada habrá que sumar esta tarea al presupuesto de la reparación.

 

Averías o fallos en los actuadores del sistema:

Es habitual que cuando se produzca un fallo en los actuadores se genere una pérdida de potencia, con lo que el rendimiento del motor sería insuficiente. No obstante, dependiendo del tipo de actuador donde se haya producido la avería la pérdida de potencia será más o menos notable.

El coste aproximado para cambiar un actuador en el sistema electrónico del automóvil dependerá principalmente del tipo de vehículo del que se trate y de las características o localización del actuador que sea preciso sustituir.

Averías o fallos en los sensores del sistema:

Las averías en alguno de los sensores que forman parte del sistema electrónico de un coche, se traducirán en fallos y deficiencias de funcionamiento del motor, que en ocasiones podría dejar de funcionar o presentar dificultades para su puesta en marcha.

Algunos de los sensores que mayores fallos provocan en el sistema son: el sensor de revoluciones, el medidor de la presión del combustible y el sensor que mide la dosificación en la bomba de alta presión del vehículo. En el caso de que fallase el sensor de revoluciones del motor, éste dejaría de funcionar o directamente sería imposible ponerlo en marcha.

Al igual que con los actuadores, el coste de reparar una avería en alguno de los sensores del vehículo dependerá del tipo de sensor en cuestión, de su localización dentro del sistema y por supuesto, del tipo de vehículo del que se trate y sus características.

Para finalizar, nos gustaría recomendaros que mantengáis en un estado óptimo el sistema electrónico de vuestros coches, realizando las correspondientes revisiones periódicas y preventivas marcadas por el fabricante.

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Un 6% de las averías más caras y complejas que puede sufrir nuestro vehículo están relacionadas con un fallo en los inyectores.

Los inyectores son, como su nombre indica, la pieza clave del sistema de inyección. Se encargan de enviar la cantidad necesaria de combustible en cada situación, según lo requiera el motor. Trabajan a presiones muy elevadas y de forma muy similar tanto si el vehículo tiene un motor diesel como uno gasolina, pese a que estos últimos tienen un precio bastante más económico.

El 14% de las averías más complejas en las que puede verse implicado nuestro automóvil será a causa de un fallo en el sistema de inyección del motor, pero solo un 6% está directamente relacionado con una avería en los inyectores. Un porcentaje afortunadamente bajo ya que es una de las reparaciones con coste más elevado a las que podemos enfrentarnos, y por ello compartimos desde nuestra sección de mecánica algunos consejos para prevenirlas, las causas que provocan estas averías y qué posibles soluciones podemos aplicar a un problema de inyectores.

¿A cuántos inyectores afecta una avería en el sistema de inyección?

Habitualmente cuando un inyector sufre una avería lo hace de manera individual pero no es extraño, dependiendo del problema que haya provocado la avería, que se origine un fallo progresivo o común en varios inyectores del vehículo.

En aquellos casos en los que el sistema de inyección sea Common Rail es mucho más probable que al fallar uno se averíen los demás inyectores y aunque siempre es posible tratar de repararlos o reemplazarlos uno a uno, en este caso, y en los que la avería es por desgaste natural de los elementos, es muy recomendable sustituirlos todos a la vez para mantener el motor protegido y equilibrado.

¿Qué síntomas puedo detectar en mi vehículo si fallan los inyectores?

Generalmente una avería en los inyectores del automóvil se detecta mediante un descenso considerable en la potencia del motor, cuya velocidad máxima queda bastante limitada pese a sufrir un aumento notable en el consumo habitual de combustible.

En el caso de los inyectores presenten desgaste u obstrucción, notaremos que nuestro vehículo da tirones durante la marcha, puede llegar a pararse o desprender olores que podríamos asociar al combustible sin quemar.

Sin embargo, si el origen de la avería en los inyectores tiene que ver con que alguno de los elementos del sistema se ha quedado permanentemente abierto, percibiremos fácilmente la expulsión de humo negro a través del tubo de escape y encontraremos las bujías mojadas.

Cuando sospechemos que pueden estar fallando los inyectores de nuestro vehículo es recomendable acudir a un centro donde tengan un terminal de diagnóstico que nos indique a tiempo qué inyector o inyectores están dando problemas.

Otra manera más sencilla y económica de realizar una diagnosis a los inyectores, si somos un poco “manitas”, consistirá en colocar 4 vasitos de plástico (uno por inyector) y situar los conductos o tubos salientes de los inyectores dentro de los mismos. Una vez hemos puesto los vasos, arrancaremos el coche a ralentí y nos fijaremos en el comportamiento de los inyectores, pues el defectuoso será aquel que llene más rápidamente el vaso de combustible.

No es recomendable forzar el coche si nos encontramos en alguna de estas situaciones; lo ideal es trasladar el vehículo al taller o servicio oficial más cercano mediante una grúa para evitar que el problema pueda ir a mayores. Esto es especialmente importante si sospechamos que uno o varios inyectores se han quedado abiertos, pues pueden causar daños serios al catalizador (si nuestro vehículo lo lleva) y en los cilindros, engrosando de manera notable el coste de la reparación.

Si queréis conocer un poco más sobre el funcionamiento de los inyectores en vehículos diésel o gasolina, así como un resumen sobre las averías más frecuentes de este sistema, también puedes ver el vídeo tutorial que hemos subido a nuestro canal de YouTube:

Aprende qué son los inyectores del coche y a qué averías están expuestos estos elementos del motor.

¿Cuánto cuesta solucionar una avería en los inyectores?

Como hemos comentado anteriormente, el propio desgaste natural de los inyectores producido por el uso cotidiano del vehículo, es una de las causas más frecuentes relacionada con las averías del sistema de inyección. En este caso, no queda más remedio que sustituir los inyectores por unos nuevos. De media, el precio por inyector oscila entre los 250 € para un inyector gasolina y los 500 € para uno diésel, a lo que habría que sumar la mano de obra.

Otro de los principales motivos de avería en los inyectores es el uso continuado de combustibles de baja calidad, pues el circuito se expone continuamente a virutas metálicas y partículas de suciedad. Esta obstrucción, si se detecta a tiempo, se puede resolver limpiando los inyectores, bien con aditivos que se suministran desde el depósito de combustible o bien mediante ultrasonidos desde el taller si es más grave.

Como última opción podemos optar por repararlos, lo que puede suponer un ahorro de hasta el 50% por inyector, respecto al coste de reemplazarlos por unos nuevos.

Otra causa frecuente que también provoca serias averías en los inyectores es llenar el depósito con el combustible equivocado. Este error, afortunadamente, ha ido disminuyendo en los últimos años debido a los cambios habilitados en los tanques de los vehículos e incluso en las mangueras de determinadas gasolineras que no permiten que podamos repostar diésel a un automóvil gasolina y viceversa.

Circular con el combustible equivocado producirá fallos a largo plazo pudiendo provocar que el motor se gripe o reviente, por lo que si lo hemos detectado en el momento, lo ideal es vaciar el depósito y proceder a purgar y limpiar el circuito de alimentación, cuyo coste en el taller ronda los 150€.

En vehículos diésel anteriores al año 2000 corría el rumor de que mezclar dos litros de gasolina con el gasoil del depósito ayudaba a bajar el nivel de humos para obtener un resultado favorable en la ITV, descabellado o no, hoy en día es una malísima idea, especialmente en tecnologías Common Rail, ya que la gasolina tiene un índice de lubricación muy inferior al del gasóleo y terminaría dañando los inyectores. Llegados a este punto, recordaros que el coste podría ser de unos 500 € de media por inyector.

Las situaciones menos habituales que pueden hacer que se averíen nuestros inyectores son las relacionadas con un mal mantenimiento del coche como apurar los filtros en exceso, apurar la reserva de combustible en el depósito o el exceso de agua. Dependiendo del vehículo o del tipo de problema se alcanzará a un nivel de gravedad distinto que podría suponer un coste de reparación más o menos elevado. Por este motivo, desde RO-DES siempre insistimos en que el mantenimiento preventivo es la clave para alargar la vida útil de nuestro vehículo.

¿Cómo podemos prevenir los problemas de inyectores en nuestro vehículo?

La prevención siempre es la opción más económica y saludable para nuestro vehículo. A lo largo de las averías que hemos ido comentando se ha realizado una revisión de los costes y medidas a tener en cuenta para salvarlos, pero hay una serie de pautas que pueden ayudarnos a prevenir problemas en los inyectores:

  • Nunca apures el depósito de combustible por debajo del cuarto, ahí es donde se asientan todas las impurezas que hemos ido repostando a lo largo de la vida de nuestro automóvil.
  • Huye si el camión cisterna está llenando los depósitos de la gasolinera, al igual que en tu coche, pero a gran escala, se removerán posos y se filtrarán un montón de impurezas, de hecho por ley, debe pasar al menos una hora desde que los recargan hasta que se comercializa el combustible, pese a que en la mayoría de estaciones no se cumpla.
  • Sustituye el filtro de combustible según la recomendación del fabricante, o al menos una vez cada 30.000 Km. Son 30 € y te ahorrarás problemas futuros en elementos cuya reparación es más costosa.
  • Utiliza aditivos limpia-inyectores, especialmente si tienes un coche diesel, ya que reducen el nivel de contaminación, evitan que se acumulen las impurezas y además también previenen las obstrucciones. El precio ronda los 15 € y los hay para usar cada 30.000, 60.000 e incluso 100.000 Km.

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Si piensas salir de viaje, en tu propio vehículo, toma en cuenta estas recomendaciones

Cada vez son más las personas que aprovechan el feriado para viajar, reunirse con los amigos y la familia, siendo el alquiler de autos y el uso del vehículo propio, una tendencia en crecimiento para hacer turismo durante estos últimos años.

[5 consejos para que nada arruine tu viaje sobre ruedas]

Especialistas de TOTAL Lubricantes comparten algunas acciones y factores que pueden distraer tu atención al conducir, con el fin de prever accidentes en el futuro:

Uso de celular: el 25% de los accidentes se origina por el uso de celulares mientras uno maneja. Evita chatear mediante WhatsApp o redes sociales, y hacer llamadas que puedes realizar en otro momento. Además, se recomienda no apartar la vista de la carretera para utilizar el móvil mientras conduces, puede hacer que reacciones tarde ante cualquier imprevisto.

[Lugares bonitos y cercanos a Lima para visitar durante los feriados]

Uso incorrecto del GPS: la acción de soltar el timón para poner alguna dirección en el GPS o cualquier aplicación móvil de tráfico y navegación puede desviar tu atención. Es preferible programar la ruta estando estacionado o solicitar ayuda al copiloto y así, evitar accidentes.

Fumar: enfocar tu atención en apagar y encender el cigarro puede ponerte en peligro. Asimismo, el humo que se genera aumenta una posible falta de visibilidad, daña la visión nocturna e irrita los ojos ocasionando vista difusa. Por otro lado, recuerda que el fumar causa daños a la salud como al medio ambiente.

Bebidas alcohólicas: tomar mientras conduces es una de las causas más frecuentes de accidentes automovilísticos, ya que afecta a la atención y, en consecuencia, la conducción. La atención se focaliza en el centro del campo visual y no se perciben el resto de situaciones. Si vas a beber alcohol, lo más recomendable es que asignes a un conductor de reemplazo o utiliza un taxi seguro para el retorno.  No lleves tu auto.

*En caso tengas que hacer alguna de estas acciones, estaciónate en un lugar apropiado o pide que alguien más te eche una mano. No permitas que los planes de diversión y descanso de un feriado largo se conviertan en una tragedia. 

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Lo primero que debes hacer es mantener la calma para, luego proceder con las siguientes recomendaciones

Quizá te ha pasado que estás apurado para salir y de pronto, cuando giras la llave de encendido, te das cuenta que tu carro no prende.

[Cuatro olores que indican probables averías en tu auto]

Para que cualquier vehículo encienda, deben funcionar correctamente los elementos pertenecientes al “Triángulo de Fuego”: aire, combustible y corriente para los carros con motor a gasolina; y aire, combustible y temperatura, para los motores diesel. Si alguno de estos tres elementos falla, el carro no prenderá, aseguran los especialistas.

[Cuatro olores que indican probables averías en tu auto]

Como primera medida, lo recomendable es descartar si el carro tiene o no combustible. Mira en el tablero de tu carro, si el piloto que anuncia la cantidad de gasolina o diesel está prendido y llama a una grúa para que movilicen el carro y lo abastezcan de combustible. 

Otra mala señal es la batería. Para saber si esta es la causante de los problemas, debes verificar si funcionan el pito o las luces piloto del tablero, si no es así la batería está totalmente descargada y lo mejor es verificar si puede cargar de nuevo. De lo contrario, hay que colocar una nueva. Recuerda que la batería tiene una vida útil que no se extiende por más de dos años.

[Cinco consejos que te ayudarán a vender un auto usado al mejor precio]

Luego debes revisar que los accesorios del vehículo, como radio o televisión, no estén generando sobrecargas o consumos adicionales de batería.

Otras causas

Consulta con un taller autorizado para saber el estado de otras piezas del vehículo como la bomba de combustible, pues es probable que ésta tenga una falla y por ello el combustible no llega al motor de manera eficiente. También, debes comprobar que no exista una fuga.

Si tu carro tiene un motor diesel, es probable también que las bujías de precalentamiento no estén funcionando de manera adecuada. Para saberlo, enciende el carro y espera que el piloto que indica el precalentamiento de bujías se apague. Sólo en este momento se debe encender el motor del vehículo.

Sea cual sea la falla, lo más recomendable es que lleves el vehículo a que lo revisen. No intentes por ti mismo encontrar la solución, ya que puedes poner en riesgo tu seguridad.