Day: April 22, 2019

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No se sabe si esta novedosa caja llegará a montarse en algún modelo de producción

 

Una gran sorpresa resultó que Honda realizó el registro de la patente de una transmisión automática de 11 velocidades, la cual además de tendría la característica de contar con tres embragues. El objetivo como es de esperarse, sería reducir el consumo de combustible y mejorar las prestaciones del vehículo.

Más allá del desmesurado número de velocidades, el hecho de contar con tres clutches permitiría tener un mayor número de marchas preparadas para su engranaje lo cual se traduciría, en teoría, en una mayor rapidez para hacer los cambios, brindándolo mayor confort y una mejor capacidad para compensar la pérdida de torque que se produce en aquellas cajas que usan dos.

El registro de la patente se realizó el pasado 27 de mayo y aunque Honda no ha mencionado nada sobre si utilizará esta tecnología en sus autos de producción, no cabe duda que, por su complejidad técnica, esta transmisión dejaría en la prehistoria a muchas de las cajas que en la actualidad se presentan como de “última generación”

 

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En 2018 se cumplirán 15 años de la llegada del primer vehículo de serie que podía equipar una caja de cambios automática de doble embrague. Fue el Volkswagen Golf R32 el que la estrenó bajo la denominación DSG (del inglés ‘Direct-Shift Gearbox’ y previamente del alemán ‘doppelkupplungsschaltgetriebe’), aunque a los pocos meses le siguió el Audi TT 3.2 con la denominación S tronic. Desde entonces, más de dos millones de coches han salido de las factorías del grupo VW-Audi con este tipo de caja de cambios.

Sin embargo, los inicios están, como en tantos otros avances, en la competición. La primera caja de doble embrague que desarrolló Audi fue para instalarla en el glorioso Audi Quattro S1 de rallyes -utilizada por Porsche en los vehículos de Sport Prototipos y Le Mans-. Han sido necesarios más de veinte años para que fuera posible su producción en serie, pero ahora está claro que la espera bien ha merecido la pena.

Hoy en día prácticamente toda la gama del grupo alemán puede montar el cambio DSG. Desde el pequeño Volkswagen Polo (Prueba Polo GTI DSG) hasta el estremecedor Bugatti Chiron tienen disponibles esta caja de cambios. La razón no es otra que la creciente demanda de los usuarios de este tipo de transmisión, un elemento que consigue que los más reticentes a los cambios automáticos cambien de opinión.

¿Qué es y cómo funciona una caja de cambios de doble embrague?

Muy resumidamente se podría decir que son dos cajas de cambio manuales parciales cuyos embragues trabajan en paralelo y son accionados mecánicamente. Habitualmente, una caja de cambios tiene dos ejes de engranajes. El eje por el que entra la potencia del motor y el eje por el que sale la potencia hacia las ruedas motrices. Sin embargo, la caja DSG tiene un árbol primario de engranajes por el que llega la potencia y dos árboles secundarios.

Uno de los ejes secundarios tiene las relaciones impares (1ª, 3ª y 5ª) y el otro las pares (2ª, 4ª y 6ª), y cada eje tiene su propio embrague. Es decir, tenemos dos embragues en vez de uno. Cada vez que una marcha está engranada, lo está también la siguiente relación, de forma que al pasar a una marcha superior no es necesario llevar a cabo el proceso completo de desengranado y engranado, sino únicamente desacoplar un embrague y acoplar el otro al mismo tiempo.

Un ejemplo práctico. Cuando estamos acelerando y vamos en segunda velocidad, la tercera ya está engranada, pero el único eje de engranajes que tiene su embrague acoplado es el de las marchas pares. Cuando el cambio automático, o el conductor mediante las levas, decide pasar a la tercera velocidad, lo único que hace la caja DSG es cambiar, mediante un mecanismo automático, un embrague por otro. De esta manera, no llega nunca a haber una interrupción total de potencia y el cambio se produce en un espacio de tiempo muy reducido.

Al no producirse esta interrupción, no hay pérdida de velocidad, y por tanto se reduce el consumo y se mejoran las prestaciones. En conducción relajada, esta transición se hace de forma pausada para tener un gran agrado de confort, y cuando estamos conduciendo de forma deportiva, o en el modo ‘Sport’ de la caja de cambios, el sistema interpreta que queremos obtener las mejores prestaciones posibles y lo que hace es realizar el cambio en el menor tiempo posible.

Actualmente el Grupo Volkswagen tiene dos tipos de cambio DSG para sus modelos de grandes series. Uno de seis velocidades y otro de siete. La principal diferencia entre ellos es que el de seis tiene un baño de aceite para los embragues y el de siete no. Esto condiciona varios aspectos de sus características y su rendimiento. Lo ideal es que los embragues vayan en seco, pues mejora el rendimiento y reduce el consumo de combustible. Además, el DSG de seis velocidades necesita un volumen de aceite de 6,5 litros que es necesario cambiar periódicamente, generando un coste de mantenimiento; mientras que el de siete relaciones se contenta con apenas 1,7 litros que únicamente bañan la zona de los engranajes. En cualquier caso, los periodos de mantenimiento recomendados por el fabricante son idénticas en ambas cajas: hay que sustituir el aceite cada 60.000 kilómetros.

También el peso es considerablemente menor, pesando la de seis marchas 93 kilos y contentándose la de siete con apenas 70. Esto no sólo influye al rendimiento, sino también a la dinámica del vehículo. Sin embargo, los embragues en seco tienen una limitación mayor en cuanto a transferencia de par. Por ese motivo, la primera evolución de la caja de cambios de siete marchas sólo podía montarse en motores con un par máximo de 250 Nm, mientras que la de seis podía aguantar hasta 350 Nm. Si bien, con el paso del tiempo la marca ha mejorado la tecnología y ahora, la caja de cambios de siete velocidades bañada en aceite es capaz de soportar motorizaciones que generen hasta 600 Nm de par.

Ahora bien, algunos coches como el Bugatti Chiron, el Audi R8 V10 (prueba) o el Lamborghini Huracán (prueba) equipan cajas de doble embrague que pueden llegar a soportar un par máximo de hasta 1.600 Nm, pero en este caso han sido desarrolladas específicamente para tal fin. Eso es lo que sucede con la transmisión de doble embrague del Bugatti Chiron, que es una evolución de la que empleó en su momento el Bugatti Veyron. Se trata de un cambio desarrollado por Bugatti específicamente para este coche, un conjunto con siete velocidades que además monta los embragues más resistentes disponibles en cualquier coche de producción, tal y como asegura la compañía.

El éxito de esta caja de cambios ha sido tan grande que prácticamente todos los competidores de Volkswagen y Audi la han copiado y se espera que en el futuro este tipo de transmisiones sean las más utilizadas en vehículos de pequeña y media cilindrada.

 

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7 julio, 2016

Cubriendo 758 aplicaciones de vehículos y formada por nuevas referencias como 18 de kits de embrague, 26 platos de presión y 29 discos de embrague, la nueva gama de embragues japoneses Valeo tiene aplicaciones para las marcas FUSO (Mitsubishi) CANTER, FIGHTER  HINO DUTRO, RANGER, PROFIA ISUZU N Series (ELF), FORWARD TOYOTA DYNA UD Trucks CONDO. Y según aseguran desde Valeo Service, ha sido testada “en las condiciones más extremas en Japón: conducción intensa en ciudad y en autopistas”.

La facilidad en el montaje, el excelente confort y conducción, la suavidad en los cambios de marchas, bajo nivel de ruido y bajos niveles de vibración, son algunas de las características que Valeo Service asegura destacaron en las pruebas de control, y que además, demuestran que los embragues de gama Japonesa de Valeo para camiones, “son 100% intercambiables con fabricante O.E , habiendo sido aprobados por flotas de entregas Express japonesas”.

Pero hay dos aspectos fundamentales para Valeo en su gama de embragues japonesa: Por un lado, la agilidad: asegura haber desarrollado un único diseño de dedos en su plato de presión para mejorar el movimiento del diafragma y por lo tanto su adaptabilidad en la operación de transferencia del par motor en gran número de situaciones de uso de ‘Arranque & Parada’. Y por otro, “la fortaleza”: “el disco de embrague Valeo es el mejor en diseño de su clase para transmitir el máximo par motor del motor a las ruedas”. Y es que la transmisión del par motor es optimizada durante la fase de deslizamiento en el cambio de marcha. Asimismo, Valeo destaca que sus materiales de fricción son reconocidos “como calidad O.E, referencia entre los fabricantes de Vehículo 

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Los embragues y frenos centrífugos se valen de fuerzas centrífugas para transmitir energía (embragues) o para limitar velocidades (frenos). Como los frenos se basan en un principio físico, los embragues y frenos centrífugos no requieren ninguna fuente de alimentación externa adicional, lo que los convierte en la solución perfecta para las aplicaciones de seguridad.

Los embragues y frenos centrífugos están compuestos por un eje motriz con pesos centrífugos colocados a su alrededor. Los pesos centrífugos se mantienen en los ejes mediante resortes. En la parte externa de los pesos centrífugos hay almohadillas de fricción.

Diferencias entre un embrague centrífugo y un freno centrífugo:

La principal diferencia entre un embrague centrífugo y un freno centrífugo está en la campana: En un embrague centrífugo, la campana no es fija y comenzará a girar cuando se alcance la velocidad de acoplamiento / funcionamiento. La campana externa de un freno centrífugo es fija y no puede girar. Ello provoca una fuerza de frenado cuando la almohadilla de fricción toca la campana. Al diseñar y poner en funcionamiento frenos centrífugos, deberá prestarse especial atención al tiempo de frenado y al calor máximo.

Aplicaciones típicas de los embragues centrífugos:

Los embragues centrífugos se emplean principalmente como embrague de arranque. Los embragues centrífugos permiten el empleo de motores más pequeños, ya que el motor puede arrancar libre de carga hasta que alcanza su velocidad óptima de funcionamiento, a la cual el embrague centrífugo añade suavemente la carga.

Aplicaciones típicas de los frenos centrífugos:

 

La principal aplicación de los frenos centrífugos es la limitación de la velocidad de p.ej.:

  • el descenso de pesos o personas
  • puertas de seguridad y cortafuegos: aplicaciones industriales
  • aplicaciones de tiempo libre: Go Kart con cierto nivel de seguridad