Day: April 12, 2019

on

De: Luis Hernández

En repetidas ocasiones hemos escuchado la pregunta ¿cuándo usar el freno de mano o de estacionamiento? Y la respuesta es: cada que se estacione el automóvil sin importar que esté en un lugar plano o en una pendiente, inclusive se debe accionar sea un automóvil automático.

 

¿Cuál es la función del freno de mano?

Básicamente, la tarea de este componente es inmovilizar el vehículo. Por esta razón, siempre que el automóvil esté estacionado debe activarse. De no ser así, se corre el riesgo que el auto pueda moverse ante las inclemencias de la naturaleza (huracán, terremoto, tornado) o con cualquier contacto. Por ejemplo, si otro vehículo le pega a nuestro automóvil por la parte trasera, este podrá moverse para adelante o para atrás con riesgo de provocar un accidente o golpear al auto que esté al frente. Con el freno de mano puesto esto podrá evitarse siempre.

 

¿En qué momento no usar el freno de mano?

Nunca hay que olvidar quitar el freno de mano antes de avanzar. Y es que si se conduce un automóvil con el freno de mano puesto, además de provocar un olor a quemado, se desgastará rápidamente el embrague y las zapatas de freno.

Igualmente, no es recomendable usar el freno de mano cuando fallen los frenos hidráulicos, mucho menos cuando la velocidad a la que se vaya sea excesiva. Esto podría provocar que se pierda el control del vehículo y ocasionando un grave accidente.

 

¿Qué mantenimiento se le da al freno de mano?

Sin duda la mejor forma de mantener el freno de mano es utilizándolo únicamente al momento de estar estacionado. En el caso de los automóviles con transmisión automática, cuando dejamos el vehículo estacionado únicamente en la posición de Parking un pequeño gancho se introduce en la salida de la transmisión para inmovilizarla. Si el vehículo está en una superficie plana esta pieza ejerce poca presión, pero cuando si se encuentra en una pendiente todo el peso del vehículo recae sobre el freno y la propia transmisión, por lo que son sometidos a un estrés innecesario. Ante esta situación lo que se recomienda es activar el freno de mano.

Para su accionamiento, el freno de mano cuenta con unos cables que permiten hacer presión sobre los frenos de las ruedas, esto ayuda a que los frenos hidráulicos no se erosionen innecesariamente.

Asimismo, los vehículos con frenos de disco en las ruedas traseras, cuentan con un mecanismo denominado auto ajustador que mantiene las pastillas de freno alienadas evitando así, el desgaste de las mismas.

Es importante mencionar que el freno de mano y el freno hidráulico funcionan bajo mecanismos distintos y que siempre que se intuya que hay algún problema con el frenado del automóvil, hay que acudir a un taller mecánico. Si existe algún sonido molesto al frenar, o siente que la distancia de frenado es más prolongada que de costumbre, probablemente exista un problema con las pastillas de freno.

En conclusión, el freno de mano es un aliado que no siempre es valorado como debería. Si es utilizado de forma correcta, prolongará la vida tanto el automóvil y mecanismos internos del mismo. Asimismo, hay que hacer el hábito de activarlo cada vez que el vehículo esté estacionado. No por nada su nombre correcto es “freno de estacionamiento”.

on

Es indiscutible que los frenos son uno de los sistemas de seguridad más importantes (si no el que más) del vehículo y que son imprescindibles para perpetrar nuestra integridad, ya que son el principal medio de protección con el que contamos en la carretera, cuando vamos al volante de un coche.

El sistema de frenos nos ayuda a disminuir la velocidad y a detener el vehículo, por eso, tiene que funcionar con precisión, y nosotros, como conductores debemos asegurarnos de su correcto funcionamiento, preocuparnos de realizar un mantenimiento adecuado de forma regular de todas sus piezas y aprender a adelantarnos a los posibles problemas que puedan surgirnos con el tiempo.

 

Tipos de frenos:

En un coche, podemos encontrarnos básicamente con dos mecanismos de freno: los frenos de tambor y los frenos de disco.

Los frenos de tambor:

Los frenos de tambor son aquellos que vienen ubicados en la propia rueda y se empleaban principalmente en los primeros coches de la historia, hasta que en los años 60 y 70 empezaron a dejarse de emplear en el eje delantero para pasar a ser sustituidos por frenos de disco.

El problema de los frenos de tambor es que tienen una escasa capacidad de refrigeración, por lo que se sobrecalientan fácilmente y tanto su mantenimiento como su montaje son más complejos que en el caso de los frenos de disco. La detención de este tipo de frenos es más súbita y menos progresiva, de hecho requiere de un menor esfuerzo sobre el pedal pero implica un mayor riesgo de blocaje, a pesar de su alta eficacia.

Es cierto también que su desgaste es menor que en el caso de las pastillas de freno, aunque se recomienda comprobar su estado regularmente y cambiar las zapatas cuando su espesor sea inferior a 1,5 mm.

 

Los frenos de disco:

Los frenos de disco pueden ir montados dentro de las ruedas o fuera, colocado sobre cualquier semieje y cuentan con una superficie menor de fricción, pero se refrigeran con mayor eficacia que los frenos de tambor y su frenada es mucho más progresiva y eficaz. El problema de estos discos de freno es que se erosionan con mayor facilidad y que son muy sensibles al polvo y la humedad, así que pueden torcerse, agrietarse y oxidarse. Por eso es muy importante mantenerlos en buen estado y cambiar religiosamente las pastillas de freno cuando su grosor alcance una cifra inferior a los 2mm, ya que unas pastillas de freno en mal estado pueden afectar a la vida útil de los discos.

Las revisiones periódicas y las inspecciones técnicas regulares son vitales para garantizar el correcto funcionamiento de nuestro vehículo en la carretera y es un error tratar de ahorrar dinero en revisiones, sustituciones o reparaciones del sistema de frenado, ya que de él depende directamente nuestra seguridad vial.

on

Más poder, más equipamiento, más atractivo.

 

A casi años cinco años de ingresar al mercado de los SUVs compactos de ultra lujo, el Porsche Macan recibe una serie de actualizaciones para perfeccionar su estilo, confort, tecnología y seguridad.

Antes de describir los reajustes a los que fue sometido este modelo que se ha convertido en uno de los dos modelos más vendidos de la marca alemana, es importante mencionar los antecedentes.

Los orígenes

Aunque el Cayenne fue el SUV que abrió las puertas para el Macan -palabra cantones que significa tigre-, los pininos de Porsche en el sector SUVs se remonta a la década de 1980 con el 959 transformado para competir el rally París-Dakar. En total, fueron seis unidades las que desarrolló la firma germana con todos los genes de todo un utilitario -tracción total y una carrocería elevada- para competir en esta ardua competencia.

Debido a que en aquella época, los SUVs no dominaban el mercado, Porsche solo desarrolló este vehículo de competencia como un simple experimento. Sin embargo, al paso de los años y con una completa transformación en las preferencias de los consumidores, la marca se vio en la necesidad de entrar al segmento de los SUVs con la creación del Cayenne a dos años de haber iniciado el Siglo XXI.

Al elevar sus ventas de una manera descomunal  y ver que las preferencias habían dado un giro radical, la firma de Stuttgart decidió ampliar la gama con un SUV más pequeño para esta vez incursionar en el subsegmento de los utilitarios compactos. Repitiendo la fórmula del Cayenne, el Macan inició ventas en 2014, para entregar lo que todo Porsche ofrece al volante: confort y deportividad.

 

¿911 agrandado o Cayenne pequeño?

Si lo vemos desde la parte estética, podemos catalogar al Macan como un Cayenne diminuto, no obstante, el diseño no es exactamente idéntico, pues tiene su propia identidad. Vaya, aunque son dos modelos que están ligados, existe una diferencia notable, independientemente de las dimensiones. Esto quiere decir que si agrandáramos un Macan no tendría comparación absoluta, de la misma manera pasaría si el Cayenne fuera reducido.

Ahora, si hacemos la analogía con un 911, queda claro que por la sensación de manejo que brinda, este Macan puede ser catalogado como un nueve-once hinchado.  Aun cuando la elevación con respecto al suelo influye directamente en el centro de gravedad, la percepción que da al conducirlo es parecida a la de un nueve-once.

Mejor que muchos sedanes y coupes deportivos

Si tuviéramos que hacer una analogía de la conducción con un SUV, no hay un modelo que se le pueda comparar. Tal vez al ir en línea recta existan ejemplares que puedan despegar de la misma manera, sin embargo, cuando se trata de rodar en curvas, el desenvolvimiento que tiene el Macan S no tiene punto de comparación. En pocas palabras, es ágil, rápido y plantadísimo.

Queda claro que tanto el chasis, como la suspensión, la transmisión, la dirección y el motor tienen que ver en este alto desempeño, no obstante, la estrella de la renovación del Macan es el nuevo motor V6 turbocargado de 3.0 litros. Gracias a una serie de innovaciones, la respuesta del seis cilindros al momento de despegar es mucho más eficaz al hacer más eficaz el accionamiento del turbo, es decir, el turbolag es menor.

 

Además de esta mejora, el motor también entrega más poder. En compañía de la caja automática de doble embrague con siete velocidades, el núcleo del Macan S entrega a las cuatro ruedas 354 hp y 354 libras-pie de torque, esto es 14 hp y 15 libras-pie más que su antecesor. A pesar que para México no estará disponible, no está de más decir que el Macan está disponible con un motor de cuatro cilindros de 2.0 litros con 245 hp y 261 libras-pie de torque.

Esta energía es complementada por un sistema de suspensión adaptable en rigidez y altura, un sistema de tracción que reparte el poder entre el eje delantero y posterior, y la tecnología que reparte el torque en cada una de las ruedas en función del comportamiento del vehículo. Todo esto en conjunto con el V6 y los neumáticos de gran anchura, hacen que el Macan vaya en el asfalto como si fuera en rieles.

Apegado al 911

Otro elemento que nos dice que este SUV es un 911 agrandado es el diseño. Desde su aparición en 2014, estaba claro que la intención era más parecerse al nueve-once que al Cayenne, sin embargo, con una serie de adecuaciones, el renovado Macan ahora se apega más al estilo, por el rediseño de las luces, principalmente las posteriores. De igual manera, la renovación del SUV incluye una nueva gama de diseño de rines y colores para la carrocería.

 

Más tecnología

Pasando al interior, el nuevo Macan también presenta una serie de actualizaciones, tal es el caso de la pantalla táctil de 11 pulgadas, que además de ser más grande, ofrece mejores gráficos navegación con información de tráfico en tiempo real, control de voz corregido y conexión Wi-Fi. Otras novedades que se pueden agregar de manera opcional es el ionizador para mejorar la calidad del aire de la cabina, el control de crucero adaptable y el mismo volante deportivo del 911 dotado del dotado de la perilla Sport Response en caso de también elegir el paquete Sport Chrono. Algo que nos dejó incrédulos es que la cámara de reversa, entra como equipamiento opcional. Increíble pero cierto para un vehículo de más de un millón de pesos. 

Aún con este “pelito en el arroz”, podemos decir que no hay, por el momento, un SUV que entregue esta sensación de manejo que solo podemos encontrar en un coupé o en un sedán de alto desempeño.

on

Por la gran congestión vehicular que se vive en ciudades como Lima, muchas personas prefieren comprar autos con caja automática

Antes de comprar un carro, ya sea nuevo o usado, quizá una de las preguntas que muchos se hacen es: ¿cuál es más conveniente, un auto mecánico o uno automático? Cada tipo de caja tiene sus particularidades, ventajas y desventajas.

[Estos ruidos te indican que tu vehículo tiene fallas o averías]

Para saber si te conviene un vehículo automático o uno mecánico te mostramos algunos datos a tener en cuenta y, sobre todo, te recomendamos escoger el que más se adecúe a tus necesidades.

Mecánico

Ventajas:

  • Mayor dominio: el conductor dispone de más opciones al momento de controlar su vehículo, por lo tanto, tiene más control sobre el mismo
  • Por lo general, usan menos combustible.
  • Si tu auto se quedó “botado”, empujarlo hasta una estación de servicio, mecánica o donde no interrumpa el tráfico vehicular es muy necesario. Este “recurso” es imposible en vehículos automáticos.
  • En muchos casos, los vehículos mecánicos son más fáciles y menos costosos de reparar que los automáticos.

Desventajas:

  • Mayor mantenimiento: al hacer continuos cambios de marcha, necesita de mantenimientos más frecuentes. El desgaste en las piezas internas es mayor. Sin embargo, el costo por desperfectos mecánicos es menor.
  • Embrague: la coordinación entre el clutch y los cambios es algo que algunos conductores no logran controlar del todo. Ese tipo de esfuerzo y la incomodidad de tener que accionar la palanca de cambios cada vez que se frena y se acelera, serían los contra” más frecuentes en este tipo de autos.  Además, los componentes del embrague deben ser reemplazados cada cierto tiempo por un desgaste prematuro.

Automático

Ventajas:

  • Más cómodo de manejar: para muchos conductores es más simple y sencillo, pues basta con utilizar los pedales de aceleración y freno, además de hacer una selección entre las marchas.
  • De mejor uso en ciudad: dependiendo en dónde vivas, si hay mucho tráfico como en Lima, donde hay mayor congestión vehicular, el constante frenado y acelerado puede resultar un alivio y menos tedioso de realizar que con un vehículo de transmisión mecánica.  
  • Larga vida útil: al requerir en la conducción pocos cambios en la selección de velocidad, las piezas de la caja tienen un promedio de vida útil mayor.

Desventajas:

  • Más costoso: se dice que su precio aproximado es del 10% o US$ 1,000 mayor que un mecánico. En cuanto al mantenimiento y reparación es también, usualmente, más costoso.
  • Consumen una mayor cantidad de combustible.